Elegir el suelo adecuado para tu hogar es una decisión crucial, ya que no solo impactará la estética de tu espacio, sino también el confort y la durabilidad a lo largo de los años. Dos de las opciones más populares son el gres porcelánico y la tarima flotante, suelos que han sido elegidos por Pisojoven para su proyecto de obra nueva en Elche, Residencial Baobab. Cada una tiene sus propias ventajas y desventajas, por lo que es fundamental conocer sus características antes de tomar una decisión. A continuación, analizamos en detalle los pros y contras de cada tipo de suelo para ayudarte a elegir el más adecuado para tu hogar.

Diferencias entre tarima flotante y gress porcelánico 

¿Qué es la tarima flotante?

La tarima flotante es un tipo de suelo que no se fija directamente al suelo base, a diferencia del parqué tradicional. Consiste en lamas de madera o materiales derivados de la madera, que se ensamblan sobre una capa intermedia de material protector, generalmente plástico.

Tipos de tarima flotante

Tarima de madera íntegra

Se compone de láminas de madera maciza, ofreciendo una estética natural y cálida.

Tarima laminada

Es un híbrido que combina subproductos de madera, resinas y una capa plástica superior con una impresión que imita las vetas de la madera.

Ventajas de la tarima flotante

Aislamiento térmico

Una de las principales ventajas de la tarima flotante es su excelente capacidad de aislamiento térmico. Esto no solo contribuye a un mayor confort en el hogar, permitiendo caminar descalzo sin sentir el suelo frío, sino que también puede generar un ahorro energético considerable.

Estética versátil

La tarima flotante, especialmente en su versión laminada, ofrece una gran variedad de diseños y texturas. Estos pueden imitar desde diferentes tipos de madera hasta otros materiales, como el mármol.

Facilidad de instalación

La instalación de la tarima flotante es sencilla y rápida, ya que no requiere pegamento ni clavos. Esto también facilita su posible sustitución en el futuro.

Desventajas de la tarima flotante

Precio elevado

El coste de la tarima flotante puede ser significativo, especialmente si optas por madera de alta calidad. Sin embargo, las versiones laminadas suelen ser más asequibles.

Baja resistencia a la abrasión

Con el tiempo, la tarima flotante, especialmente la de madera, puede mostrar signos de desgaste. Su vida útil puede reducirse a una década antes de requerir restauración.

Sensibilidad a la humedad

Tanto la tarima de madera como la laminada son susceptibles al daño por humedad. En casos de inundaciones o escapes de agua, el suelo puede abombarse y requerir reemplazo.

¿Qué es el gres porcelánico?

El gres porcelánico es un material cerámico compuesto por una pasta enriquecida con fundentes, como los feldespatos, que se cuece a alta temperatura. Este proceso vitrifica el material, eliminando poros y garantizando una gran resistencia y durabilidad.

Variedad de diseños

Gracias a las avanzadas técnicas de impresión, es posible encontrar gres porcelánico que imita una amplia gama de materiales, desde maderas hasta piedras y mármol.

Ventajas del gres porcelánico

Variedad de precios y estilos

El gres porcelánico ofrece una amplia gama de precios, lo que lo convierte en una opción accesible sin sacrificar calidad. Además, la versatilidad en los diseños permite adaptarlo a cualquier estilo decorativo.

Alta resistencia

Este material es extremadamente resistente a abrasiones, golpes y humedad. A diferencia de la tarima flotante, no se ve afectado por el agua, lo que lo hace ideal para zonas húmedas como baños y cocinas.

Durabilidad

El gres porcelánico es un suelo que puede durar décadas sin mostrar signos de deterioro. Su superficie vitrificada resiste arañazos y mantiene su aspecto original con el paso del tiempo.

Desventajas del gres porcelánico

Frialdad al tacto

Al ser un material inorgánico, el gres porcelánico no ofrece aislamiento térmico. Esto significa que siempre se siente frío al tacto, lo que puede ser incómodo durante los meses de invierno.

Instalación costosa y compleja

Aunque el material en sí puede ser más económico, la instalación del gres porcelánico requiere mano de obra especializada y adhesivos específicos, lo que incrementa su coste total.

Dificultad para reemplazar

Una vez instalado, el gres porcelánico es difícil de retirar. Si necesitas cambiar el suelo o acceder a tuberías subyacentes, deberás afrontar un proceso complejo y costoso.

La elección entre gres porcelánico y tarima flotante dependerá de tus prioridades. Si buscas un suelo cálido, estéticamente versátil y fácil de instalar, la tarima flotante podría ser la mejor opción, especialmente en zonas donde el aislamiento térmico es importante.

Por otro lado, si valoras la durabilidad, la resistencia a la humedad y un mantenimiento sencillo, el gres porcelánico es una opción a considerar, especialmente en zonas húmedas o de alto tránsito.

En última instancia, la decisión debe basarse en las necesidades específicas de tu hogar, tu presupuesto y tus preferencias personales en cuanto a confort y estilo. Ambos materiales tienen mucho que ofrecer, y elegir el adecuado asegurará que disfrutes de un suelo que combine funcionalidad y estética durante muchos años.